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martes, 1 de octubre de 2013

LO QUE DIOS PROMETE, LO CUMPLE!

Josué 21:45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel;  todo se cumplió. 
Existen 5 vertientes de las promesas de Dios:  Lo que Él nos va a dar.  Lo que Él va a evitar que nos ocurra.  Lo que Él va hacer.  Lo que Ël va a otorgar.  Lo que haremos nosotros en Él. 
Lucas 24:49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. 
La enseñanza del hermano Wallis fue hermosa.  La misma nos dice que debemos ser revestidos del Espíritu Santo. Recordemos que el poder más grande, es el poder del amor; por amor Cristo fue a la cruz. 
Dios nos proveyó de 5 poderes:
1.El poder del Amor
2.El poder de la Fe
3.El poder de la Palabra
4.El poder de la Oración
5.El poder del Espíritu Santo
2 Corintios 1:20, nos dice: Porque todas las promesas de Dios son en El Si, y en El Amen, por medio de nosotros para la gloria de Dios.  Toda promesa que el Padre da, la da en Su hijo, es decir, estando en Cristo. 
Gálatas 3:16 nos dice: Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. Las promesas no se cumplen: Sin Cristo o con Cristo. Las Promesas solo se cumplen en Cristo. 
Hay cinco niveles de la presencia de Dios:
El primer nivel es sentir la presencia de Dios. 
El segundo nivel es meterse en la presencia de Dios. 
El tercer nivel es que la presencia se meta en nosotros. 
El cuarto nivel es convertirnos en portadores de la presencia de Dios. 
Y el último nivel es valorar Dios de la presencia. 
Hebreos 6:12 nos dice: “A fin que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las Promesas.” 
Hay promesas que por la fe y la paciencia se heredan. 
Existen personas que al recibir el llamado de Dios piensan que la promesa deberán recibirla de inmediato, pero hay que recordar que el vino nuevo no se hecha en odre viejo, es un proceso. El vino nuevo debe echarse en odre nuevo
Hebreos 11:33 establece: “Que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones”.  
Hay promesas que requieren fe para alcanzarlas. La obediencia hace que las promesas nos alcancen. Las promesas, por obediencia de otros, nos persiguen. 
Deuteronomio 28:1-2: Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltara sobre todas las naciones de la tierra Y vendrán sobre ti todas las bendiciones y te alcanzaran si oyeres la voz de Jehová tu Dios.
Habrá personas que hoy escuchan esa promesa y esa promesa los alcanzará.
Salomón hizo cosas más terribles que Saúl. Tuvo más de 300 mujeres y 600 concubinas. Tuvo ídolos, pero Dios no lo desechó, porque le había dado una promesa a su padre David. 
Hay promesas que no se cumplen hasta que todos los involucrados crean.
2 Samuel 7:13-15 El edificara casa a mi Nombre, y yo afirmare para siempre el trono de su reino  Yo le seré a el Padre, y el me será a mi  hijo. Y si el hiciere mal, yo le castigare con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres.  Pero mi misericordia no se aportara de el como la aparte de Saúl, la cual quite delante de ti. 
Por la fe, Abraham había salido de Ur  y de Lot.
Génesis 15:3-4 Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Luego vino a el Palabra de Jehová, diciendo: No te heredara este, sino un hijo tuyo será el que te heredara. 
Abraham tenía muchas riquezas. Tenía todo, pero le faltaba algo: un hijo.  Le decía a Dios: mira todo lo que tengo y será un esclavo que lo heredara. Pero Dios le había prometido un hijo. Recordemos que Abraham salió de Ur de los caldeos, a la edad de 70 años, y su esposa de 60. Ellos tenían una promesa, pero les faltaba salir de Lot. Hay lugares de los que Dios te quiere sacar. 
Abraham sabía que Dios le podía dar un hijo, pero cuando Dios lo saco de su tienda, le dijo: “Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Así será tu descendencia.  (Gen 15:5)
Salmos 19:1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmando anuncia la obra en sus manos. 
Dios le quería mostrar a Abraham algo grande como el cielo y las estrellas, pero que Dios era y  es, más grande que todo eso.
Salmos 100:3 Reconoced que Jehová es Dios: El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. 
Debemos reconocer que Dios es nuestro padre y que somos hijos suyos.  Abraham ya había oído la voz de Dios; ya se había separado de Lot, pero ahora Dios lo saco de su tienda y fue en ese momento que el creyó que Su espíritu  le podía dar su hijo. 
Génesis 15:6. “ Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.” 
Dios te saca de  lugares cuando ya te ha dado promesas. Dios te saca de tu tienda. Cuando Dios le dio esa promesa a Abram, éste la compartió seguramente emocionado con Sara, pero ella solo vio las circunstancias, y no creyó que la bendición vendría a través de ella.  Sara le pide entonces, que se llegue a su criada para que con ella tenga un hijo. En ese momento se descalificó, quiere decir que ella tenía también que ser sacada de su tienda. 
Génesis 16:1-3 Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenia una sierva egipcia, que se llama Agar. Dijo entonces Sarai a Abram: Ya es que Jehova me ha hecho estéril; te ruego, pues que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai. Y Sarai mujer de Abram tomo a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaan, y la dio por mujer a Abram su marido.
Hay matrimonios  a los que Dios ha dado promesas; uno de los dos cree pero otro no. Pero para que la promesa se cumpla, ambos tienen que creer. 
Génesis 17:19 Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a la luz un hijo, y la llamaras su nombre Isaac; y confirmare mi pacto con el como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
Génesis 17:21 Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el ano que viene.
Gen 18:9-15  Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.   Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.  Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.  Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?  ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.  Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído. 
Dios le pregunta a Abram donde está Sara y le confirma la promesa. Sara escuchaba desde adentro de la tienda. Dios se lo dijo a Abraham para que Sara lo escuchara.  En el verso 13 dice que Dios le preguntó que por qué se había reído y ella no lo quiso admitir. 
Génesis 21:1-2 Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. 
Ya el trato no era con Abraham sino con Sara, porque Dios quería  tratar con toda la familia. Lo que Dios promete lo cumple. Sacó primero a Abraham y luego a Sara. Cuando la familia recibe una promesa a veces no se cumple porque no todos han creído.
Génesis 17:20  Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación. 
Dios prometió bendecir también al a descendencia de Ismael, pero siempre que hay promesas el enemigo lo quiere destruir. Agar caminaba en el desierto con su hijo y observaba que él se estaba deshidratando. Hermanos, cuantos niños hay afuera que sus padres han olvidado. Agar no quería ver morir a su hijo, y lo empujó y se apartó de él, pero el muchacho alzó su voz y lloró. Y la Biblia dice qué Dios hoyó su llanto. 
El  Señor abrió los ojos de su madre Agar y ella vio que había un pozo de agua, Dios estaba esperando  que el muchacho clamara. Dios nos dice que hay promesas en Él, pero espera que la familia entera salga de la tienda.
Dios pone en mi corazón que hay padres en este tiempo necesitan provisión para sus hijos, pero Dios está esperando el clamor de los muchachos para dar provisión a la familia.  Es el tiempo de que los jóvenes hagan clamor por sus padres para recibir la provisión. 
Génesis 21:20  Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco. 
Este muchacho fue bendecido cuando clamó. No sé cuál es la tienda de la que Dios te tiene que sacar. No sé cuál es tu imposible.  De hecho, Dios me dijo en un momento de mi vida: “Nunca digas la palabra imposible,  porque cuando lo haces entristeces mi corazón”. 
¡Hoy Dios te quiere sacar de tu tienda  para mostrarte que Él es mucho más grande que todo! 

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