Me amo, para amar a mi prójimo
Y el segundo es: “Ama a tu semejante como te amas a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos. Marcos 12:31a.Jesús declaró que amar a Dios es el primer y más importante de los mandamientos, para luego asegurar que debemos amar a nuestros semejantes de la misma forma como nos amamos nosotros. Prójimo significa “próximo”, así que son las personas con quienes tenemos contacto de forma directa o indirecta. Ámate porque eres hijo de Dios y porque valorándote podrás amar y valorar a otros.
La percepción personal se refleja en nuestra autoestima y se manifiesta en nuestra forma de pensar y sentir. El aprecio que cada uno siente por su persona se moldea con los años e inicia a temprana edad. Nuestra autoestima se desarrolla desde la primera infancia, continúa durante nuestra juventud y se acentúa durante la edad adulta.
Lo que pensamos y sentimos respecto a nosotros afecta directamente nuestras emociones, pensamientos, decisiones, acciones y capacidad de amar. Sin autoestima es imposible amar a otra persona, porque no se puede dar lo que no se tiene. Nuestro Padre nos da la capacidad de aceptarnos y apreciarnos tal como somos.
Reflexionemos
Lee Génesis 1:31
¿La percepción que tienes sobre tu persona es de acuerdo a la percepción que Dios tiene de ti?¿En qué se diferencian? ¿Consideras que Dios haría una obra imperfecta?
Amor por mi prójimo en acción
Escribe lo que te agrada de tu persona y lo que te gustaría mejorar. Pídele al Señor la capacidad de verte con Sus ojos y amarte tal como Él lo hace. Ahora puedes pensar en beneficiar a otros. Enumera cinco acciones que puedes realizar para demostrar el amor que sientes por quienes te rodean.
Lo que me agrada de mi persona:
Lo que quisiera mejorar:
Lo que haré para demostrar el amor por mi comunidad:
- Recolectar víveres para el Banco de Alimentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario