De poco te van a ayudar una cantidad de consejos o técnicas sobre como predicar, si no me detengo en esta oportunidad para recordarte que, has sido llamado por Dios con este claro mandato de: “Predicar la Palabra de Dios”. El carácter especial de la Palabra de Dios hace que su proclamador no sea un pregonero común, sino un embajador de Cristo.
“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará
a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que
prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda pacincia y doctrina.” -2. Timoteo 4:1-2
La razón por la cual es indispensable esta declaración con una enorme urgencia, lo
responden los versículos que siguen al pasaje citado, “Porque vendrá
tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de
oír, se amontonaran maestros conforme a sus propias concupiscencias, y
apartaran de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. Vv.3, 4,5
Cada vez que leo este pasaje, pareciera que el Apóstol Pablo le
hubiera dado esta sublime recomendación a Timoteo recientemente, debido a
que eso es exactamente lo que vemos en nuestro tiempo actual,
predicadores dando desde los pulpitos charlas motivacionales, etc. Y muy
poco hablando de la Palabra de Dios. Y, es por ello que en esta
ocasión, quiero llegar a este punto de que Hoy mismo Dios te está
diciendo:
1. Si Tú has sido llamado al ministerio de la Predicación, “PREDICA LA PALABRA DE DIOS”.
La Biblia es la voz de Dios a lo largo de las generaciones. La Función
del predicador bíblico es hacerse eco de esa voz en nuestra generación.
Estar preparado para hacerlo a tiempo y a destiempo; a que corrijas,
reprendas, exhortes y animes, armado de mucha paciencia y de gran
diligencia en el enseñar. La predicación de la palabra, es una
responsabilidad dada por Dios, y las Escrituras lo presentan como una
tarea seria, prestigiosa y maravillosa.
2. ENFRENTA Y SOPORTA LAS DIFICULTADES QUE TE HAN DE VENIR COMO CONSECUENCIA.
–v 5. Mi amigo, el Apóstol dice que, la gente no soportará ésta sana
enseñanza porque va en contra de sus caprichos personales y es por ello
que, teniendo esa comezón en los oídos se amontonaran maestros para que
les endulcen el oído, lo cual no produce Fe, debido a que La Fe surge
del oír la Palabra de Dios. –Romanos 10:17. Además Debes saber que no te
harán falta las dificultades, pero es preferible que eso suceda siempre
y cuando sea por proclamar correctamente el Evangelio.
3. CUMPLE TU MINISTERIO. Al
proclamar el evangelio correctamente, en vez de agradar a los hombres,
estarás agradando a Dios Cumpliendo con tu Ministerio, con ese llamado
glorioso.
Cada día, llénate de la Palabra de Dios. Y por ningún momento te
apartes de este llamado. Cuando el Apóstol Pablo escribió esta carta a
Timoteo, estaba ya en sus últimos días de vida, y es por ello que con
una gran Solemnidad le da esta encomienda, la misma encomienda que te
hace a ti en este día: Te encarezco delante de Dios,, en otras palabras,
Te lo ruego delante de Dios y del Señor Jesucristo: “QUE PREDIQUES LA PALABRA”.
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