1
Tim. 4:12
Introducción.
A. Ninguno tenga en poco tu juventud. ¿Cómo se evita esto?
¿Por mandamiento? La buena reputación no puede ser mandada, sino que tiene que
ser merecida.
B. Las
palabras del contexto explican cómo se evita.
C.
Debe nutrirse con la buena palabra de la fe (v. 6).
D.
Debe ejercitarse para la piedad, pues el ejercicio espiritual para todo
aprovecha (v. 8).
E.
Debe ser buen ejemplo (v. 12). Al imitar a Cristo y Pablo, sería buen ejemplo
de estas cualidades. El ejemplo es un “molde”, pues al seguir el ejemplo de
Cristo nuestra vida estará moldeada conforme a la imagen de El (Rom.8:28; 2
Cor. 3:18).
F.
Esta exhortación es para un evangelista (Timoteo) y, por eso, para todo
evangelista, pero también es una exhortación muy apropiada para todos los
jóvenes cristianos.
I. La
importancia de ejemplos para los jóvenes.
A. Muchos son indiferentes hacia el evangelio y la iglesia. Creen
que la iglesia no es importante, que no ayuda a los de esta generación.
B.
Pero el ejemplo de jóvenes cristianos, fieles, dedicados y entusiastas tiene
mucha fuerza para atraer a los jóvenes indiferentes.
C.
Es necesario predicar la palabra, pero también es necesario vivir la
palabra. El sermón del buen ejemplo lleva mucho peso. Compárense 1 Ped.
3:1-4; 5:1-3.
II. Sé
ejemplo en palabra.
A. En la conversación diaria, pues el siguiente versículo trata de
la enseñanza.
B.
Tito 2:6, “Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 7
presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza
mostrando integridad, seriedad, 8 palabra sana e irreprochable, de modo que
el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros”.
C.
Efes. 4:29, “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea
buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyente”; Efes.
5:4, “ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen,
sino antes bien acciones de gracias”; Col. 4:6, “Sea vuestra palabra siempre
con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada
uno”.
D. El joven cristiano que quiera ganar a sus amigos debe entender la
importancia de su conversación. La plática de los jóvenes mundanos está llena
de inmundicia, pero el habla del joven cristiano influye en sus amigos. Les
pone un buen ejemplo, para que se animen a abandonar sus palabras corrompidas.
E.
El vocabulario de los libros, revistas y las películas más populares de cine y
de televisión es corrupto. Muchos de los artistas más populares son
maldicientes y vulgares. “Quítense de vosotros toda … maledicencia” (Efes.
4:31).
F.
Por tanto, los padres y los maestros en la iglesia deben ayudar a los niños y
jóvenes a combatir estas influencias mundanas, insistiendo en que ellos sean
buenos ejemplos en palabra.
G.
Si el joven cristiano llena su corazón con la palabra de Dios (Sal. 119:11;
Col. 3:15), y con himnos, entonces, Mat. 12:34, “de la abundancia del corazón
habla la boca … Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los
hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus
palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.
III. Sé
ejemplo en conducta.
A. Que el comportamiento, costumbres y hábitos, concuerde con la
profesión de fe. No se refiere sólo a la conducta el domingo, sino a la
conducta diaria. En esto somos la sal de la tierra y la luz del mundo. Este es
el sermón que el mundo oye.
B. 2
Cor. 3:2, “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas
y leídas por todos los hombres”. Así es la vida y conducta del cristiano. Somos
como un documento público, conocido y leído por todos los que nos rodean.
C.
Es cierto que los mandamientos humanos en cuanto al duro trato del cuerpo, el
abstenerse de alimentos, etc. llevaban a la apostasía, pero al mismo tiempo los
fieles deben tener mucho cuidado de no ser acusados de conducta mundana. Es
necesario evitar los dos extremos.
IV. Sé
ejemplo en amor.
A. Timoteo practicaba el amor. Fil. 2:20, “pues a ninguno tengo del
mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros”. El entendió el
amor de 1 Cor. 12:25-27, etc. También los jóvenes deben estar preocupados por
los que no son cristianos, aun por los enemigos, procurando lo mejor para
ellos.
B.
¿Cuántos jóvenes saben lo que es el amor bíblico? Todos dicen “yo te amo”, pero
¿qué significa? Los jóvenes cristianos deben ser ejemplos del amor bíblico,
para que sus amigos puedan entenderlo.
C. 2
Cor. 8:24, “mostrad, pues, vuestro amor”. El amor es conocido por lo que hace.
Tiene que ser mostrado:
1.
Los jóvenes deben amar a sus padres, y mostrarlo en su obediencia. Efes. 6:1-3.
2.
1 Cor. 13:4, “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor
no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de
la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.
¡Cómo los jóvenes necesitan ver ejemplos de esto!
V. Sé ejemplo
en espíritu.
A. Esta palabra no aparece en los manuscritos más antiguos y
probablemente no son auténticas.
B.
La palabra se usa en este sentido para hablar de cualidades morales. Por
ejemplo, 1 Ped. 3:4, “espíritu afable y apacible”.
VI. Sé ejemplo
en fe.
A. Que sinceramente creamos y aceptemos lo que la Escritura dice.
Los hombres del mundo tienen confianza sin límite en sí mismos, los unos en los
otros, en los sistemas humanos, pero no tienen confianza en la palabra de Dios.
B. 2
Tim. 1:5, “la fe no fingida que hay en ti”.
C.
Incluye la idea de “fidelidad”. Sea fiel al ministerio. 2 Tim. 4:5.
D. El católico vive con la confianza de que sus hijos y nietos serán
católicos. ¿Tenemos la confianza de que nuestros hijos y nietos serán cristianos?
VII. Sé
ejemplo en pureza.
A. 5:2, Exhortar “a las más jóvenes, como a hermanas, con toda
pureza”. La relación entre el evangelista joven y las hermanas más jóvenes es
de suma importancia. Debe ser ejemplo de pureza y enseñarles y exhortarles como
si fueran sus propias hermanas.
B. 2
Tim. 2:22, “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe,
el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”.
Conclusión.
A.
Timoteo debería ser el modelo para los fieles.
B.
El evangelista que no predique en su vida lo que predica en el púlpito debe
hacer una de dos cosas: o cambiar su vida o dejar de predicar.
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