La gloria postrera mayor que la primera
Hageo 2: 9 La gloria
postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de
los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.
Introducción
Israel por su idolatría Dios permitió que la nación extrajera de Babilonia los invadiera, en esa conquista su ciudad fue destruida, su templo también, un templo que había nacido en el corazón de David pero no lo pudo construir sino que, quien lo logro fue su hijo Salomón y con gran esfuerzo y varias años de construcción. Ese templo fue una de las grandes maravillas de construcción en esa época, pero que en la conquista fue quemado, destruido.
Después del regreso del cautiverio de los judíos en el tiempo de Hageo construyeron el nuevo templo, el cual era muy pequeño al compararlo con el que construyo Salomón, todos los ancianos que conocieron el que erigió Salomón al ver el nuevo templo que era bien pequeño se pusieron tristes y algunos hasta lloraron, es ahí donde el profeta Hageo pronuncia esta gran profecía: "La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera".
Precisamente hablando de templo, el postrer templo es más pequeño pero la gloria que se manifiesta en él es mayor que la del tiempo de Salomón. 1Corintios 3: 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
Israel por su idolatría Dios permitió que la nación extrajera de Babilonia los invadiera, en esa conquista su ciudad fue destruida, su templo también, un templo que había nacido en el corazón de David pero no lo pudo construir sino que, quien lo logro fue su hijo Salomón y con gran esfuerzo y varias años de construcción. Ese templo fue una de las grandes maravillas de construcción en esa época, pero que en la conquista fue quemado, destruido.
Después del regreso del cautiverio de los judíos en el tiempo de Hageo construyeron el nuevo templo, el cual era muy pequeño al compararlo con el que construyo Salomón, todos los ancianos que conocieron el que erigió Salomón al ver el nuevo templo que era bien pequeño se pusieron tristes y algunos hasta lloraron, es ahí donde el profeta Hageo pronuncia esta gran profecía: "La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera".
Precisamente hablando de templo, el postrer templo es más pequeño pero la gloria que se manifiesta en él es mayor que la del tiempo de Salomón. 1Corintios 3: 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
I. La gloria primera
Dios para establecer su morada entre el pueblo, iluminó al rey David con los diseños y las medidas de la casa de Dios, la que precedió al tabernáculo, esa era una señal más clara y definitiva del establecimiento del pueblo de Dios en la tierra de Canaán.
A diferencia de los otros pueblos paganos que tenían dentro de los templos a sus ídolos, el templo de Israel no tenía espacio para ninguna otra cosa que no fuera la manifestación gloriosa de Dios representada por el arca y las tablas de la ley. (2Crónicas 3).
Fue bonito el momento cuando el templo fue dedicado para Dios, fue glorioso ese momento cuando la nube de gloria llenó toda la casa, aquel gran templo fue sacudido por la presencia de Dios, pero tristemente no duro mucho, Israel se aparto de los preceptos de Dios y aquel gran templo, aquella gran maravilla fue destruida, convertido en polvo, se cumplió en él, las palabras que el mismo Salomón profetizo: Eclesiastés 3: 20 Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo.
Dios para establecer su morada entre el pueblo, iluminó al rey David con los diseños y las medidas de la casa de Dios, la que precedió al tabernáculo, esa era una señal más clara y definitiva del establecimiento del pueblo de Dios en la tierra de Canaán.
A diferencia de los otros pueblos paganos que tenían dentro de los templos a sus ídolos, el templo de Israel no tenía espacio para ninguna otra cosa que no fuera la manifestación gloriosa de Dios representada por el arca y las tablas de la ley. (2Crónicas 3).
Fue bonito el momento cuando el templo fue dedicado para Dios, fue glorioso ese momento cuando la nube de gloria llenó toda la casa, aquel gran templo fue sacudido por la presencia de Dios, pero tristemente no duro mucho, Israel se aparto de los preceptos de Dios y aquel gran templo, aquella gran maravilla fue destruida, convertido en polvo, se cumplió en él, las palabras que el mismo Salomón profetizo: Eclesiastés 3: 20 Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo.
II. La gloria postrera
La gloria de Dios manifestada en el
templo construido por Salomón fue grandiosa, pero con todo eso no pudo
contener la verdadera gloria de Dios. 2Crónicas 6:18 “Mas
¿es verdad que Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los
cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener; ¿cuánto menos
esta casa que he edificado?"
La gran maravillosa casa que construyó el rey Salomón fue solamente sombra del verdadero templo que contiene la misma presencia de Dios, ese templo o casa es el cuerpo del creyente, 1Corintios 6: 17 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
La mayor manifestación de la gloria de Dios se da en nuestro cuerpos, en nuestras vidas. Jesús nos dijo en Mateo 28: 20 "...y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Cristo nos aseguró que estará con nosotros todos los días de nuestras vidas, eso no se contemplaba en el templo que construyo Salomón, era grande, Bello, impresionaba, en cambio el nuevo templo es pequeño, pero la gloria de Dios es mayor.
Conclusión
Es glorioso pensar que Dios nos escogió como templo para que su presencia se haga manifiesta, ese privilegio es incomparable, debemos amarlo, cuidarlo y protegerlo, usted no lo venda por nada, sea celoso a la hora lo que en su interior habita, nunca permita que habiten partículas de este mundo. 1Reyes 6:7 “Y cuando se edificó la casa, la fabricaron de piedras que traían ya acabadas, de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro”. Que en su vida no se escuche nada negativo, nada vergonzoso, nada que ponga en duda su reputación.
La gran maravillosa casa que construyó el rey Salomón fue solamente sombra del verdadero templo que contiene la misma presencia de Dios, ese templo o casa es el cuerpo del creyente, 1Corintios 6: 17 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
La mayor manifestación de la gloria de Dios se da en nuestro cuerpos, en nuestras vidas. Jesús nos dijo en Mateo 28: 20 "...y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Cristo nos aseguró que estará con nosotros todos los días de nuestras vidas, eso no se contemplaba en el templo que construyo Salomón, era grande, Bello, impresionaba, en cambio el nuevo templo es pequeño, pero la gloria de Dios es mayor.
Conclusión
Es glorioso pensar que Dios nos escogió como templo para que su presencia se haga manifiesta, ese privilegio es incomparable, debemos amarlo, cuidarlo y protegerlo, usted no lo venda por nada, sea celoso a la hora lo que en su interior habita, nunca permita que habiten partículas de este mundo. 1Reyes 6:7 “Y cuando se edificó la casa, la fabricaron de piedras que traían ya acabadas, de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro”. Que en su vida no se escuche nada negativo, nada vergonzoso, nada que ponga en duda su reputación.
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