¿PARA TI QUE ES ADORACION?

jueves, 27 de febrero de 2014

El Sexo

El sexo es un don de Dios para el gozo mutuo de las personas casadas. Está en la Biblia, Proverbios 5:18, "Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud".

El romance y el don divino de la sexualidad son altamente recomendables dentro del matrimonio. Está en la Biblia, Hebreos 13:4, "Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios".
Dios designó el sexo como parte de la relación matrimonial. Está en la Biblia, 1 Corintios 7:5, "No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia".
Para no herirnos mutuamente, los deseos y las actividades sexuales deben ser puestas bajo el control de Cristo. Está en la Biblia, 1 Tesalonicenses 4:3-5, "Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios".
El séptimo mandamiento prohíbe el adulterio. Está en la Biblia, Éxodo 20:14, "No cometerás adulterio".
El pecado sexual es destructivo, aun cuando los efectos no sean aparentes inmediatamente. Está en la Biblia, 1 Corintios 6:18, "Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca".
¿Cómo empieza el pecado sexual? Está en la Biblia, Mateo 5:28, "Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón".
La Biblia condena el comportamiento homosexual. Está en la Biblia, Romanos 1:26-27, "Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío".
La Biblia prohíbe el incesto. Está en la Biblia, Levítico 18:6, "Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez".
La Biblia prohíbe la bestialidad. Está en la Biblia, Levítico 18:23, "Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión".
La Biblia prohíbe las relaciones sexuales con prostitutas. Está en la Biblia, 1 Corintios 6:15-17, "¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él".

martes, 25 de febrero de 2014

Riesgos del consumo de alcohol para la salud

Riesgos del consumo de alcohol para la salud

La cerveza, el vino y el licor fuerte contienen alcohol. Si usted bebe cualquiera de ellos, usted consume alcohol. Puede que sus patrones de consumo de alcohol varíen dependiendo de con quien está, lo que está haciendo y otras cosas.
Usted probablemente ya sabe que el consumo excesivo de alcohol (beber demasiado) puede causar muchos problemas de salud. Pero incluso los patrones de consumo responsable pueden llevar a problemas de salud y otros problemas en su vida cotidiana.  

El consumo de alcohol y su salud

Consumir alcohol en exceso durante mucho tiempo aumenta la posibilidad de:
Incluso lo que llamamos consumo responsable puede conducir a hipertensión arterial en algunas personas.
Es probable que usted ya sepa que el alcohol puede afectar su capacidad de razonamiento y juicio crítico cada vez que bebe. El abuso prolongado del alcohol daña las neuronas del cerebro. Esto puede provocar un daño permanente a su memoria, a su capacidad de razonamiento y a la forma en que se comporta.
El daño a los nervios a raíz del abuso del alcohol puede causar muchos problemas, algunos de los cuales son:
  • Entumecimiento o sensación dolorosa de "hormigueo" en brazos o piernas
  • Problemas con las erecciones en los hombres
  • Escapes de orina o dificultad para empezar a orinar
Tomar alcohol durante el embarazo puede causarle daño al bebé en crecimiento. Se pueden presentar graves defectos de nacimiento o el síndrome de alcoholismo fetal.  

Cómo puede el consumo de alcohol afectar su vida

Con frecuencia, las personas que están tristes, deprimidas, nerviosas o habitualmente preocupadas beben para sentirse mejor o bloquear estos sentimientos. Pero el alcohol puede:
  • Empeorar estos problemas con el tiempo.
  • Empeorar los problemas de sueño.
  • Aumentar el riesgo de suicidio.
Las familias a menudo resultan afectadas cuando alguien en la casa consume alcohol en exceso. La violencia y los conflictos en el hogar son mucho más probables cuando un miembro de la familia está abusando del alcohol. Los niños que crecen en un hogar donde está presente el consumo excesivo de alcohol son más propensos a:
  • Tener mal rendimiento en la escuela.
  • Estar deprimidos y tener problemas de ansiedad y baja autoestima.
  • Tener matrimonios que terminan en divorcio.
Beber demasiado alcohol, incluso una sola vez, puede hacerle daño a usted o a otros y puede llevar a:
  • Accidentes automovilísticos
  • Hábitos peligrosos en las relaciones sexuales, lo que puede llevar a embarazos no planificados o no deseados, infecciones de transmisión sexual (ITS), agresión sexual o violación
  • Caídas, ahogamiento y otros accidentes
  • Suicidio
  • Violencia y homicidio  

Lo que usted puede hacer

Incluso si usted es un bebedor responsable, recuerde que tomar demasiado sólo una vez puede ser dañino. Si usted es un bebedor en riesgo, esté más atento a sus patrones de consumo de alcohol. Aprenda algunas formas de reducir el consumo de bebidas alcohólicas y pídale ayuda al médico.
Si no puede controlar su consumo de alcohol o si el hecho de beber se está volviendo dañino para usted u otras personas que le rodean, busque ayuda de:

Nombres alternativos

Riesgos del alcoholismo; Riesgos del consumo excesivo de alcohol; Riesgos de la dependencia del alcohol; Riesgos del consumo peligroso de alcohol

miércoles, 19 de febrero de 2014

¡NO TE RINDAS!

Muchas veces no sabemos de lo capaces que somos hasta que nos vemos presionados a actuar de cierta forma. Muchos le tienen miedo a lo desconocido, se sienten cómodos donde están y aunque anhelan algo más el temor los paraliza. Otras personas siempre han tenido un sueño, ese deseo intenso de ser o hacer algo pero el temor al fracaso o a la crítica los paraliza.

Nunca pensé que viviría fuera de mi país, mis costumbres, mi idioma, mis amistades y familia. Un día el destino me empujó a tomar una decisión, de ello dependía la estabilidad de mi familia y el futuro de nuestros hijos. Por supuesto que no fué solo mi decisión, fué una decisión de pareja.  Mi esposo y yo reconocimos que era lo mejor para nosotros.  Con expectativa y temor me lance a la aventura en contra de mis propios miedos y confiando ciegamente en Dios. ¿Que si perdimos algo en el camino? Sí, y ahora realizamos que para ganar a veces hay que perder.  Mi esposo perdió un sueño (o por lo menos así lo veía) y más que todo dejó en nuestra tierra a sus hijos mayores. Yo dejé a mi familia y muy buenas amistades, pero al mirar atrás me doy cuenta que la decisión no pudo ser más acertada.  Tuvimos que arriesgarnos, tuvimos que dejarlo todo y empezar de nuevo. Sin mirar atrás, con el corazón en la mano y enfocados, sabiendo más allá de toda duda que algo mejor había en el futuro. ¿Como lo supe? ¡Por fe! No tenía otra forma. Animaba a mi esposo diciéndole “todo va a estar bien, ésto va a pasar” y así fue. Aún ahora cuando atravesamos tiempos difíciles le digo lo mismo “todo va a estar bien, esto TAMBIÉN va a pasar”. Una y otra vez todo pasa y nuestra confianza y dependencia de Dios aumenta de igual forma aumenta nuestra fe. Disminuye la duda y el temor porque sabemos que Dios tiene el control de todas las cosas.

El Pastor Charles Stanley dice; “Ninguno de nosotros puede darse el lujo de permitirle la entrada al enemigo en nuestras vidas. Todo lo que Satanás necesita para hostigarnos es una oportunidad. La oración y la Palabra de Dios son las armas más efectivas que tenemos contra el temor. Cuando reconocemos ante el Señor que somos presa del temor y le imploramos su protección y dirección, asumimos una postura de fe.”
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El temor te paraliza y no deja que pienses con claridad.  Te aísla cada vez más de aquello que Dios tiene preparado para ti, de tus seres queridos y de las personas que ciertamente están en tu vida con el propósito de ayudarte a llegar a tu destino.  Dios espera que te acerques a El con fe y confianza que todo lo que necesitas para lograr tus metas lo tienes en El.
¿Cuál es ese sueño? ¿Que echaste a un lado porque alguien o algo te convenció que no es para ti? ¿Será una profesión, una casa, el tener una familia? Tal vez Dios te ha llamado a un ministerio, ha sido confirmado ese llamado y aún dudas que pueda ser posible en tu vida.  La duda es una fuente de temor, para erradicarla tienes que conocer a tu Dios y saber de lo que El es capaz.
Es tiempo de mirarte a ti mismo con valor y preguntarte si estas viviendo o solo estas sobreviviendo.  Son dos términos parecidos pero muy diferentes.  Cuando vives en tu propósito, en el camino que Dios tiene para ti puedes ver la vida con optimismo porque el propósito de Dios en tu vida es uno con el sueño que tienes y aunque en el momento no estés viviendo en él, por fe lo ves, lo sientes, lo hueles, casi lo saboreas. Si cada día el levantarte a estudiar o trabajar es una tortura, si has perdido toda esperanza y el pesimismo esta haciendo nido en tu corazón, ¡es hora de despertar!  Dios no te trajo hasta este punto en tu vida, solo para dejarte ahí.  Estas en transición, estas de paso por ese camino y por eso te sientes que no estas en el sitio adecuado.  Ese no es tu destino, ese no es el fin de tu historia es sólo el camino que te lleva a tu destino final. Pero tienes que reconocerlo y hacer algo al respecto.  Tienes que dar un paso de fe, tu haces lo posible y Dios se encargará de lo imposible.  Lo mas probable no podras ver el panorama completo, pero por eso necesitas fe, porque vas paso a paso solo descansando en la confianza que Dios esta a tu lado, que nunca te dejará ni te abandonará.
¡No te rindas! No permitas que el temor te paralice, lucha aún en contra de tus temores.  Es el miedo el peor enemigo del triunfo. Nosotros somos “en todo más que vencedores en Cristo Jesús”(Romanos8:37), “todo lo puedes en Cristo que te fortalece”(Filipenses 4:13),  ”sí Dios esta contigo, quien contra ti”(Romanos 8:31) Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.» (Josué 1:9) Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes, *levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.»(Efesios 5:14)
¡No te rindas! Hay mucho por hacer, Dios tiene planificado algo mejor para tu vida pero tienes que pelear por ello. Pelea por tu bendición como lo hizo Jacob(Génesis 32:22-32) pelea por tus promesas como lo hizo Josué,  Aquel mismo día, el Señor engrandeció a Josué ante todo Israel. El pueblo admiró a Josué todos los días de su vida, como lo había hecho con Moisés.” (Josué 4:14)“Esfuérzate y se valiente”  No temas, el Señor irá delante de ti, limpia tu corazón delante de Él.
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.  Josue 1:7-8
¡Despierta tu que duermes! Llegó la hora de hacer, llego la hora de pelear tu batalla. Sal a buscar tu destino, pelea por tus sueños, pelea por tu llamado, ¡peléa!  »Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.”  (Mateo 11:12). No esperes que todo sea perfecto para hacer tu obra, nunca lo será.  No esperes el apoyo de todas las personas que crees necesitar, siempre habrá alguien en contra de tus proyectos.  Ora, busca la presencia de Dios y si Dios te envía, no necestias nada más, si Dios está de tu lado tienes mayoría, si Dios te apoya y te da su favor, no hay infierno que se levante en tu contra y pueda detenerte.  Es tiempo de despertar, por si no te has dado cuenta, ¡estamos en tiempo de guerra!
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Si no le has entregado tu vida a Nuestro Señor Jesucristo, éste es el primer paso para la salvación de tu alma y para contar con el favor de Dios en todos tus caminos.  Entra a nuestra página  Plan de Salvación y con una oración simple tu vida cambiará para siempre.  Dios te bendiga.

viernes, 7 de febrero de 2014

BASTATE MI GRACIA, PORQUE MI PODER SE PERFECCIONA EN TU DEBILIDAD


   
2 Corintios 12:9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 
 
Dice el apóstol Pablo cuando viene antes al Señor y le hace una petición, y Jesús le responde algo, le dice: Bástate mi gracia. Y yo he encontré una definición de gracia que me encantó, dice que la gracia es la influencia divina sobre el corazón humano. Y cuando la gracia de Dios opera sobre nuestras vidas, tú y yo empezamos a caminar en Cristo, y empezamos a caminar, a levantarnos, a conocer de su Palabra, a ver lo que él tiene para cada uno de nosotros.
 
Y él empieza a derramar su gloria y su gracia, y vamos de gloria en gloria, y vamos dice su Palabra de triunfo en triunfo, y estamos siendo transformados y cambiados. Pero esto es por la gracia de Dios, por la misericordia de Dios. Pero bueno, este proceso es difícil.

Hace un momento el Señor decía en la profecía, decía: para que venga la gracia necesitas conocer la Palabra. Y también decía: el camino está siendo duro para muchos. El camino está siendo duro para muchos de nosotros y cuando tú ves la historia de varios personajes de la Biblia te das cuenta que muchos hombres y mujeres de Dios encontraron o hallaron gracia delante de él.
 
Cuando vemos en Génesis 6, dice la Biblia que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, que la maldad ya se había multiplicado; que el pensamiento del corazón de los hombres era solamente hacer el mal, y hacer más mal. Y Dios en su corazón dijo: Voy a rehacer de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado. Pero dice la Biblia algo, fíjate, en medio de tanta maldad, en medio de tantas situaciones que estaban pasando en ese momento, dice la Biblia en:
 
Génesis 6:8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. 
 
Se manifiesta la gracia de Dios en medio de tiempos de oscuridad. Dice que la maldad era mucha en la tierra. Imagínate cuanta era la maldad que Dios determinó y dijo: voy a rehacer mi creación. Voy a rehacer al hombre. Y ve a un solo hombre en medio de tanta maldad que se llamó Noé; y viene y lo mete ahí en el arca. Conoces la historia, y a través de este hombre otra vez después de que sale del arca nuevamente empieza la historia, y el hombre empieza nuevamente a buscar a Dios, pero nuevamente más adelante se empieza a apartar.
 
Y esa es la historia continua del hombre, el buscar en sus intentos a Dios, el buscar en sus religiones a Dios, por eso el día de hoy tenemos tantas religiones, porque es el intento del hombre de buscar a Dios, pero después de este tiempo la Biblia habla de que en el libro de Malaquías, fue uno de los últimos profetas que vino a la tierra de Israel a profetizar o a hablarle al pueblo para que ellos se regresaran al Señor.
 
Igual viene un periodo de silencio. La historia dice que hubo 400 años de silencio donde Dios no habló nada, no dijo nada; ya había mandado a sus profetas, desde Isaías, Ezequiel, Jeremías, agarró a cada uno de sus siervos y los mandó al pueblo de Israel y les habló: Arrepiéntanse, cambien sus caminos, búsquenme. Y el pueblo de Israel empezaba a buscar a Dios, pero cuando estaba bien, vamos a decirlo así: cuando estaba en su mejor momento, cuando era prosperado, cuando era bendecido, se apartaba de Dios. Y Dios volvía en su misericordia a mandar a sus profetas y a decirle al pueblo de Israel: ¡Vuélvanse a mí!
 
Viene la cautividad de Israel, ya en lo último, el pueblo de Israel había caído en una maldad también y al final Dios los manda cautivos a través del rey Nabucodonosor. Son llevados cautivos a Babilonia, después viene lo que leemos en el libro de Nehemías, en el libro de Esdras, donde Dios trae nuevamente a su pueblo ahí no cumpliendo su Palabra. Pero después de este tiempo hay un periodo de 400 años de silencio.
 
¿Tú te puedes imaginar 400 años de silencio donde Dios no diga nada? Mira, aquí tenemos una gran bendición que Dios viene cada ocho días y nos habla a través de sus profetas, viene y te habla y está hablando a tu corazón. Y tú tienes otra bendición, tienes la Palabra de Dios, que dice que es una Palabra muy segura. Y aquí tú puedes  tomarla y recibir esa palabra que Dios te está hablando.
 
Pero ahora imagínate cuando Dios calla, cuando Dios no habla, cuando Dios se queda callado por todo lo que había pasado, Dios se queda callado. Ya Dios había dicho lo que iba a pasar, ya Dios había hablado a través de sus profetas y había dicho que iba a mandar a un Mesías, iba a levantar a un siervo para que cargara la culpa de los hombres, para que pagara a través de su sacrificio.
 
Y después de estos 400 años viene un ángel de Dios, fíjate, el pueblo en sus posibilidades, en sus formas estaba buscando a Dios, pero Dios no respondía, Dios no estaba hablando. Y un día dice en Lucas 1:30, dice que vino un ángel
 
Lucas 1:30-31 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
 
Cuando María viene, dice la Palabra ella se turba. En el versículo 29 dice que cuando ella vio al ángel ella se turbó por sus palabras. 400 años donde Dios no se había manifestado, viene un ángel de Dios, viene el ángel Gabriel y le dice: mira María, haz hallado gracia delante de Dios. Viene y le dice algo, le dice, María, no temas, porque la gracia de Dios se ha manifestado en tu vida.
 
Lo primero que nos pasa cuando nosotros llegamos a Dios, es que l gracia se empieza a manifestar en nuestro corazón, y él nos empieza a restaurar, nos empieza a sanar y te dice: No temas, no tengas miedo, no va a pasar nada yo estoy contigo, no tengas miedo de las cosas que están por venir.
 
Y el mundo, cuando tú y yo nos vemos la historia, vemos que dice Jesús que cuando ya sean los últimos tiempos, el fin del siglo, dice que los días van a ser como en los días de Noé. Y Tú y yo ahorita podemos ver cuánta maldad hay, cuánta maldad se ha multiplicado. Dice: por la maldad que se ha multiplicado el amor de muchos se va a enfriar. Y hay tanta maldad ahorita actualmente en nuestro mundo, tanta situación de corrupción, de querer tener más y no importa a quién pisas. Y está buscando la gente cada día más cosas que te está ofreciendo el mundo.
 
Pero viene la palabra “Gracia”, y gracia habla de lo que Dios está haciendo. Dice la Biblia que mientras más sea la oscuridad más va a resplandecer la luz. Dice, la luz en las tinieblas resplandece. Y la gracia de Dios viene y opera y dice: mira, no tengas miedo. Y también luego viene otro nombre en el libro de Hechos 7, donde habla acerca de un hombre de Dios.
 
Hechos 7:44-46 Tuvieron nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como había ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciese conforme al modelo que había visto. 45El cual, recibido a su vez por nuestros padres, lo introdujeron con Josué al tomar posesión de la tierra de los gentiles, a los cuales Dios arrojó de la presencia de nuestros padres, hasta los días de David. 46Este halló gracia delante de Dios, y pidió proveer tabernáculo para el Dios de Jacob.
 
Viene Dios y habla y les dice que tenían que hacer un tabernáculo. Y había un tabernáculo en el pueblo de Israel donde habitaba la presencia de Dios. Pero un día David dice en su corazón, dice bueno, yo habito en un palacio y el tabernáculo está en tiendas. Y entonces le dice a un profeta, y él le dice: haz lo que sientas en tu corazón. Y dice la Biblia que entonces David dijo: Pues yo le voy a construir una casa. Pero después viene algo, mira David dice que halla gracia delante de Dios.
 
2 Samuel 7:1-9 Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, después que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor, 2dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas. 3Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo. 4Aconteció aquella noche, que vino palabra de Jehová a Natán, diciendo: 5Ve y di a mi siervo David: Así ha dicho Jehová: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more? 6Ciertamente no he habitado en casas desde el día en que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo.
 
 7Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado yo palabra a alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo de Israel, diciendo: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedro? 8Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel; 9y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra. 
 
Viene David y dice: voy a construirle una casa al Señor. Y el Señor le dice: Tú no me la vas a construir. Y la Biblia dice que él halló gracia delante de Dios, pero dice algo: Mira, yo te tomé del redil David cuando tú no eras nadie, cuando tú no eras nada, estabas detrás de las ovejas para que fueras príncipe sobre mi pueblo Israel. Y Dios lo ve, así como un día te vio a ti y a mí, nos tomó cuando no éramos nada ni nadie, cuando nadie daba un centavo por nosotros, Dios viene y nos toma. Y dice su Palabra, nos pone como príncipes.
 
Ahora somos príncipes de su pueblo. Dice: nos ha tomado para que seamos un reino de sacerdotes. Ahora tú y yo podemos llegar hasta la presencia de Dios, tenemos la bendición, la oportunidad de llegar hasta su presencia, ¿por qué? Por la gracia de Dios. Pero viene David y dice en:
 
2 Samuel 7:11-13 Desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa. 12Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. 
 
Pero dice en el Versículo 18 Y entró el rey David y se puso delante de Jehová, y dijo: Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me hayas traído hasta aquí? 
 
Viene David y le dice, Señor ¿quién soy yo? Quién soy yo, para que tú me hables todavía que mi descendencia va a reinar, me has hablado en lo fututo, me has hablado y viene David y dice ¿quién soy yo? Ahora yo te podría preguntar, ¿quién era David en ese momento de la historia? David era el rey, David era aquel hombre que leímos que dice que salió cuando era joven, antes de que fuera rey, se enfrentó a un gigante, a Goliat, y lo venció y lo derribó, y no tuvo miedo porque en su corazón sabía que Dios estaba con él.
 
Y salía y dijo: Voy a vencer. Y lo venció. David fue aquel que cuando regresó, las mujeres cantaban que Saúl había vencido a mil y David a sus diez mil. Imagínate el corazón de David, empezó a sentirse algo así como que: ah pues Dios está haciendo algo a través de mi vida. Y después viene y lo ungen como rey. Él después se convierte en el rey de Israel, y dice la Biblia que él era un hombre conforme al corazón de Dios. Un hombre que se había despojado de su realeza, se humillaba delante de Dios, y él viene imagínate siendo el rey, viene y dice ¿quién soy yo?
 
Dice David en 1 Samuel, cuando le van a dar a una de las hijas del rey Saúl a David, dice:
 
1 Samuel 18:18 Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey? 
 
1 Samuel 18:23 Los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo: ¿Os parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima? 

Algo que caracteriza a los siervos de Dios es que saben quiénes son. Y cuando tú ves quién eres delante de Dios, te das cuenta que no somos nada y no somos nadie. Por qué  mi hermano a veces nos empezamos a meter en cosas, y a pensar en bueno no pues yo ya soy un hijo de Dios. Y sí, sí somos hijos de Dios, pero empezamos a olvidarnos de dónde nos saca el Señor, de dónde nos tomó.

El mismo rey David escribe un Salmo, y él dice: Salmo 8:4-6 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre,  para que lo visites? 5Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. 6Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies.
 
El rey David viene con todo su esplendor, ya era famoso por esas tierras, Dios había vencido a sus enemigos, y a donde iba David, Dios le daba la victoria. No había oponente para David porque Dios estaba con él. Y él viene y dice: Señor, ¿qué es el hombre, y qué es el hijo del hombre? Y dice: ¿tienes memoria de nosotros Señor y nos visitas? Entonces cuando tú empiezas a ver, y yo te podría preguntar, ¿quiénes somos nosotros?
 
En el libro de Hechos 9, viene la historia del apóstol Pablo, cuando no era Pablo, era Saulo, perseguidor de la iglesia, fariseo de fariseos. Un hombre irreprensible, un hombre que estaba metidísimo en cuanto a la ley de los judíos. Vivía de una manera irreprensible, su testimonio era intachable. Y viene Dios y lo confronta, viene Jesús a él, y dice:
 
Hechos 9:1-5 Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, 2y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. 3Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 
 
Cuando tú y yo llegamos a Cristo primero decimos: ¿Quién soy yo? Y yo te podría preguntar mi hermano, ¿quién eres tú hermano? Y Pablo hace la pregunta correcta, bueno Señor, ¿Quién eres tú? ¿Sabes? No importa quién seamos tú o yo, no importa cómo me llame yo o cómo te llames tú, importa quién está en tu corazón y en mi corazón. Importa quién hace la obra en ti y en mí. Importa Aquél que murió en la cruz por ti y por mí. 
 
Eso es lo que importa mi hermano, no importa quién eres tú o quién soy yo; él mismo dice Yo no soy nada, yo no soy nadie Señor. Y viene y él dice: Señor bueno ¿Quién eres tú Jesús? ¿Quién eres? Y él dice pues yo soy Jesús. Y el Yo Soy lo vemos cuando Moisés sale de Egipto, porque él había cometido un homicidio. Se escapa Moisés a los 40 años de Egipto, y él había visto como el pueblo de Israel estaba siendo oprimido.
 
Y se va 40 años después ahí estaba él, ya se había casado, se había olvidado de todo yo creo, y d repente va al monte, de repente ve la zarza que está ardiendo; conoces la historia.  Y Dios le habla y le dice: mira Moisés voy a liberar a mi pueblo. Y te voy a usar a ti. Y primero Moisés le dice: bueno, ¿quién soy yo Señor, para que me uses, para que yo vaya allá? Y primero el Señor le dice: mira no importa quién eres tú, tú les vas a decir: El Gran Yo Soy va a ir contigo. Yo Soy les vas a decir, mi nombre es Yo Soy, y así me van a conocer por las generaciones.
 
Y viene Jesús y dice: mira, Yo Soy Jesús, no importa quién eres tú, importa quién soy yo. Importa lo que yo voy a hacer en tu vida, importa lo que yo voy a hacer en tu corazón, importa que se van a manifestar mi gloria y mi poder e tu vida. Y dice: y vas a sanar gente a través de mi poder. No eres tú, soy yo. Y nosotros decimos: bueno, pero entonces ¿por qué estoy aquí, entonces cuál es el punto? Mira, no se trata de ti o del ministerio que tienes; que no es tu ministerio, no es nuestro ministerio, es el ministerio de Dios.
 
Es el ministerio de Dios, que Dios nos da el privilegio, nos da la oportunidad de ser parte de esto, es un privilegio de veras, es una bendición. Tú dices, bueno pero, ¿por qué me estás diciendo todo esto? Dice la Biblia que un día Dios creó a un ser, a un ángel que se llamó Lucifer. Dice la Biblia en Ezequiel 28, que este ángel era un ser hermoso, era un ser lleno de perfección, lleno de sabiduría, acabado de hermosura.
 
Dice que sus vestimentas eran de piedras preciosas, que era un querubín grande, protector, y dice que eran perfectos todos sus caminos, desde el día que fue creado hasta que se halló maldad en él. Se enaltece su corazón, se corrompe la sabiduría que tenía, y él empieza a decir algo:
 
Isaías 14:14  Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 
 
Y el corazón de Lucifer, Lucero de la mañana, un ser, un ángel protector, un ángel que estaba ahí cuidando el trono de Dios, un ángel que se paseaba en el huerto de Jehová, ahí estaba Lucifer. Ahora yo te preguntaría, ¿tú, qué crees que le haría falta a Lucifer cuando estaba ahí con Dios?
 
Pero hablándote, vamos a decirlo, yo te preguntaría ahorita si tú fueras Adán y Dios te pone en el huerto del Edén donde dice que había todo árbol delicioso  la vista, y Dios le dijo puedes matar y comer de todos los animales que están aquí, los he puesto para ustedes. Tienes aún los árboles, tienes los frutos, tienes todo para comer. Y todavía Dios le pone una mujer ahí, yo te preguntaría ¿qué le hacía falta a Adán? Y todavía más fuerte, estaba ahí la presencia de Dios, dice la Escritura que Dios se paseaba dice, en el Huerto. Y ahí estaba Dios.
 
Ahora imagínate, tenía todo, tenía un sentido por el cual trabajar, por el cual vivir. Dios le había dicho: labra el Huerto, trabájalo, disfrútalo, vive aquí. Tenía un porqué vivir, un porqué trabajar, tenía una persona que lo amaba que estaba ahí. Hablando humanamente tenía todo, y luego viene y Dios todavía le da la bendición de tener esa presencia, ¿qué le faltaba? Nada. Imagínate ahora a Lucifer ¿qué le faltaba cuando estaba ahí con Dios? Nada.
 
Pero este ser era hermoso que dice la Palabra que se empezó a llenar de soberbia y de orgullo, y él dice yo voy a subir y voy a ser un dios. Dice la Palabra que él decía: Yo voy a ser semejante al Altísimo.  Fíjate un ángel lleno de hermosura, precioso.
 
Isaías 14:12-14 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 
 
Aquí hay cinco palabras que yo quiero recalcar. 1.- Subiré, él mismo. Habla de autodeterminación. 2.- Me levantaré.- Habla de autoconfianza. 3.- Me sentaré.- Habla de auto exaltación. 4.- Subiré.-  Habla de autodeterminación. 5.- Seré.- Habla de autosuficiencia. Todo esto mi hermano vio en él, y él empezó a decir: Soy tan hermoso. Yo creo que de ahí sacó Paco Stanley su canción ¿no? Empezó a decir: qué bonito soy, como me quiero ¿no?
 
Y empezó él mismo a verse y a decir: pues soy tan hermoso, soy tan perfecto, soy tan autosuficiente que no necesito a Dios. Voy a subir en lo alto del monte del testimonio y voy a poner mi trono, voy a ser semejante al Altísimo. Imagínate qué cosa tan fuerte, es lo que él estaba diciendo.
 
Ahora, el punto de todo esto es que cuando él viene, llega Dios y dice: pues aquí no hay rebeliones, Lucifer quiso usurpar el trono y Dios dice: aquí no hay rebeliones, vámonos con todo y tus ángeles. Y se convirtieron en ángeles caídos, ahora demonios, y ahora Lucifer se convierte en Satanás, Satanás es opositor. Y todo lo que él viene y se opone a todo lo que hace Dios, pero no lo hace de una forma directa, sino que él hace una imitación de Dios, él dice: yo quiero ser como Dios. Y él ahora crea su reino de las tinieblas, y tiene a sus demonios ahí, sus jerarquías.

Así como Dios trabaja a través de un principio que es delegación de autoridad, también viene Satanás y hace lo mismo, y es un copión. Y ahora cuando los ángeles y todos los seres que están ahí con Dios lo adoran y lo alaban, ahora Satanás también viene y dice: también quiero que me adoren, también quiero que me alaben. Es un copión, todo lo que quiere hacer ahí es ser como Dios.

Y mira, la autosuficiencia es un sentimiento de suficiencia propia. Es un estado en el que puedes satisfacer sus necesidades valiéndose exclusivamente de sus propios medios. Eso es la autosuficiencia. Él viene y dice: yo no necesito a Dios. Y a lo mejor tú vienes y dices: Ah qué cosas tan fuertes, pues mira cómo está el mundo p0or causa de este ser. Viene en Génesis 2, Dios dice que forma al hombre del polvo de la tierra, sopla en su nariz aliento de vida, y el hombre es un ser viviente. Y Dios lo planta ahí en el Huerto.

Lo que te decía hace un momento, dijo Dios al hombre: Tú vas a comer de todo árbol delicioso que está aquí, todo árbol que es bueno para comer. Y ahí planta Dios al hombre, y plantó ahí donde estaba el árbol de la vida, dice la Biblia que estaba ahí en medio del Huerto, y el árbol de la ciencia del conocimiento del bien y del mal. Y Dios le dice a Adán: Mira, puedes comer de todo árbol que hay aquí, come de todo, menos del árbol del conocimiento del bien y del mal porque el día que comas vas a morir.

Entonces te decía, Adán tenía todo, tenía un huerto que laborarlo, lo labraba, lo trabajaba, tenía una razón, un sentido de trabajar, de hacer algo. Tenía alimento, podía satisfacer todas sus necesidades físicas. Tenía ahí un sentido, un propósito por el cual vivir, estaba totalmente completo,  y te decía, lo mejor de todo es que la presencia de Dios estaba ahí en el huerto, Dios habitaba con él ahí en el huerto.
 
Pero luego viene algo, la Biblia dice en Génesis 3, que viene la serpiente y tienta a la mujer. Pero quiero preguntarte algo, ¿Qué fue lo que le dijo? ¿Cómo fue que la engañó? Fíjate lo mismo que él hizo, quiso hacer con el hombre.
 
Génesis 3:4-5 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 
 
¿Qué era lo que quería ser Satanás? Dijo: seré semejante al Altísimo. Voy a ser semejante a Él. Y ahora viene y le dice a la mujer: Vas a ser como Dios. Y dice que ellos cayeron en el engaño, fueron engañados y perdieron lo que Dios les había dado, y viene esa parte de autosuficiencia en el hombre, viene esa parte en la que dice: no necesito a Dios. No te necesito Dios, tú me dijiste que hiciera esto, yo no lo hice. O.k., fue un engaño de Satanás pero, aquí es donde entra la parte del hombre que actualmente hay, que actualmente también tal vez tú y yo lo tenemos en nuestro corazón. Es donde viene la autodeterminación, es cuando dices: Yo voy a lograr esto y lo voy a alcanzar porque yo cuando me propongo algo, lo logro.
 
Pero estás confiando en ti mismo, viene la parte de la autoconfianza ¿no? Yo sé quién soy y sé a dónde voy. O la parte de la auto exaltación, esa es una parte muy fuerte mi hermano. La auto exaltación es algo que está ahí adentro muy disfrazado, que tú y yo lo tenemos ahí muy metido que se lama orgullo, que se llama soberbia. Ahí está mi hermano, tú y yo no podemos decir: no, yo no lo tengo. Yo no, yo soy el más humilde de los siervos de Dios. Todos lo tenemos mi hermano, ahí está, ahí está la materia, ahí está la parte ahí.
 
Y viene todavía la parte de la autosuficiencia. Cuánto trabajo nos cuesta pedir ayuda mi hermano. Cuánto trabajo me cuesta llegar y reconocer que estoy mal y venir y pedirle a alguien. Oye ora por mí, me siento mal. Es algo que se llama soberbia mi hermano, no es otra palabra que soberbia, es orgullo. Y lo disfrazamos con humildad, pero ¿sabes? La humildad no es así. Eres humilde cuando vienes y reconoces a un hermano a alguien: oye sabes qué, necesito ayuda. Estoy pasando un mal rato. 
 
Pero no tenemos esa autosuficiencia, pensamos que con nuestros propios medios, pensamos que porque nosotros mismos vamos a poderlo hacer, y así disfrazamos la parte de bueno, Dios está conmigo, y va a hacer esto, y lo va a hacer. Y lo disfrazamos y entonces viene Satanás y nos dice: vas a ser como Dios. Y si Adán le hubiera dicho: no, lo rechazo. Y deja ahí el fruto y no lo come. ¿Sabes? Pero lo aceptó y dijo: quiero ser como Dios, quiero ser como tu naturaleza Satanás. No lo dice literalmente la Biblia, pero ¿sabes? A partir de ahí el hombre, ahí fue donde su caída, donde entra el pecado al mundo. Y es lo que estamos viendo afuera.
 
Ahí afuera en el mundo hay algo que la humanidad tiene, no les importa a quién pisen, van a ir a lograr lo que quieren y no les importa a quién se lleven entre las patas. Y eso es lo que ahora tiene la humanidad, ese sentimiento de suficiencia propia. Ese sentimiento, ese estado en  el que a pensar que tú puedes satisfacer tus propias necesidades, valiéndote exclusivamente de tus propios medios.
 
Y eso es algo que está ahí, entonces cuando tú y yo llegamos al Señor, dice la Biblia. Dice el apóstol Pablo en:
 
2 Corintios 12:1-5 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. 2Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. 5De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades. 
 
Viene Pablo y dice: pues vamos a ver aquí las revelaciones, las visiones. Yo conozco a un hombre que un día fue arrebatado hasta el tercer cielo. Yo pienso que está hablando de él mismo, que viene Dios y lo tomó y lo llevó, fíjate bien, hasta el tercer cielo, ahí en la mera presencia de Dios. Y ahí estaba, y dice: y fue llevado al paraíso, donde oyó cosa que dice, no le es dado al hombre expresar.
 
¡Qué cosa tan fuerte vio Pablo! Pero ¿sabes? Se las quedó aquí en su corazón, y dijo bueno pues vámonos a las visiones ¿no? Estamos hablando de que de repente llegamos y decimos: no mi hermano tú no sabes cuánta revelación me ha dado Dios, no sabes mi hermano los tiempos que yo paso con Dios. Y empezamos a exaltarnos, a gloriarnos, empezamos a tener en esa parte, y mira lo que está en tu corazón y en mi corazón esa parte de orgullo y de soberbia, muy guardaditos y empiezan a salir ¿no? Y empezamos a perder los pies del suelo, y empezamos a pensar no es que pues yo fui y oré y eta persona se sanó. Y yo fui y yo, y yo, y yo, y yo.

Y mira, no eres ni tú ni soy yo, es Jesucristo y su misericordia y su gracia. Y es lo que opera en tu corazón y en mi corazón. La Biblia dice que Dios nos va dar la oportunidad de que vamos a ir a orar por la gente y que los enfermos van a sanar. Que vamos a echar fuera demonios, pero no eres tú y ni soy yo, no somos nosotros mi hermano, entonces tenemos que tener los pies bien plantados en la tierra.   La gracia opera y va a seguir operando, y Dios va a ser grandes cosas en tu vida y en mi vida.
 
Pero Pablo dice, mira a mí no me conviene gloriarme, no me conviene. Yo sé de dónde me sacó Dios, mira yo perseguía a la Iglesia. Cuando él viene y dice mira yo soy apóstol, pero soy el más pequeño de todos porque yo perseguía a la iglesia, mira Dios me sacó de aquí.
 
2 Corintios 12:6 Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. 
 
Yo te quiero preguntar, ¿quién era el apóstol Pablo antes de que fuera cristiano?
 
Filipenses 3:4-8 Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: 5circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; 6en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. 7Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.
 
Viene el rey David y dice, ¿quién soy yo Dios? Imagínate, a lo mejor David que haya querido venir y decir, Dios yo soy el rey David, un hombre conforme a tu corazón Dios. Pero agarra y dice, ¿quién soy yo? NO soy nada, no soy nadie. Viene Pablo y dice: mira circuncidado al octavo día, linaje de Israel, de los de Benjamín, hebreo de hebreos. Y empieza ahí a sacar sus credenciales el apóstol Pablo, perseguidor de la Iglesia, irreprensible.
 
Pero ¿sabes? Dice, mira pero todo esto que yo era, yo lo estimo por basura, lo tiro, no sirve porque no soy nada, no soy nadie. ¿Por qué? Dice, por amor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura para ganar a Cristo.
 
Todo lo que tú logres en esta vida mi hermano, si no lo pones a los pies de Cristo, mira, no sirve. Todos tus triunfos, todo lo que alcances, tus metas, tus sueños, tus visiones, tus anhelos, si no los pones a los pies de Cristo mira, no sirve. Tú y yo no somos nada mi hermano. Y sigue diciendo:
 
Filipenses 3:9 Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe. 
 
Regresando a 2 Corintios 12:7-8  Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 
 
Y cuando tú y yo vemos esta parte, viene el apóstol Pablo y dice: mira, tengo las revelaciones de Dios. Pero ¿sabes? Dios no quiere que me pierda, y no quiere que pierda el piso de donde estoy. Viene y dice, mira aquí entra la soberanía de Dios, me fue dado un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee. Fíjate no dice un mensajero de Dios, un mensajero de Satanás.
 
¿Sabes? Dios permite que en tu vida y en mi vida pasen muchas situaciones que a veces nos golpean, vienen situaciones de enfermedad, vienen situaciones a veces de prueba, situaciones en las que a veces decimos, híjole ahora sí me están dando pero con todo. Y dice Pablo, mira me fue dado un agujón. Un aguijón habla de una intensa y recurrente aflicción, y esto viene a través de un mensajero de Satanás.
 
¿Sabes? La providencia Divina estuvo permitiendo esto para que Pablo no se exaltara, porque era hombre. Ahorita tú y yo lo vemos, y vemos un hombre de Dios, pero era un hombre que como tú y como yo tenía al Espíritu Santo, y que hizo grandes cosas y que ahora vemos que gran parte del Nuevo Testamento fue escrito por este hombre inspirado por Dios. Pero Dios permitió que viniera Satanás, que lo sacudiera para que no perdiera los pies del suelo, para que no perdiera quién era él.
 
Y la gracia mi hermano opera cuando viene él y dice: le he pedido tres veces, le he rogado al Señor que lo quite de mí. ¿Y sabes? Dios le dijo: ¡No! Que te baste mi gracia. La Nueva Versión Internacional en el versículo 9 dice: Pero Él me dijo: te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Te basta con mi gracia, no necesitas más, mi gracia te va a sostener, te va a levantar. Pero tú y yo tenemos que saber quiénes somos.

Hemos cantado este himno que se llama sublime gracia; y cuando cantamos este canto es un canto tan hermoso. ¿Sabes? Este canto más o menos se escribió en al año 1800 por un hombre que se llamó John Newton. Este hombre nació en Londres más o menos en el año 1725, fue un hombre que desde que era pequeño, su mamá le habló de la gracia de Dios, del amor de Dios, de la Palabra de Dios y lo empezó a meter.
 
A los 7 años su mamá murió, su papá era un capitán, tenía un barco pesquero; pero cuando la mamá muere pues él se convirtió en uno más de los tripulantes. Un día lo emborracharon y lo subieron a un barco de guerra, abusaron de él y se lo llevaron y él se empezó a llenar de odio y de enojo en su corazón. Y él después de tantas cosas que estuvo haciendo en este barco, al final terminó siendo el capitán del barco.
 
Pero cuando fue el capitán ya se había convertido en un hombre tan duro, tan odiado por su propia gente, su propia tripulación lo odiaban, no lo querían, porque él era tan malo. Se convirtió  en uno de los hombres que traficó esclavos en esta época de la historia. Y era un hombre duro, un hombre terrible. Y un día dice la historia que él un día se cayó al agua y sus hombres así como que lo vieron y dijeron: pues déjenlo ahí, ya que se muera. Pero dijeron pero es el capitán. Agarraron estos arpones con los que cazan los peces, se lo lanzaron y se le clavó en la pierna. Y lo sacaron como si hubieran cazado un pez.
 
Lo suben y ya él a partir de ahí toda su vida estuvo cojeando del pie. Y un día hubo una tormenta tan fuerte, que azotó el barco. Dios ya le estaba hablando, y este hombre agarró y recordó lo que su mamá le había dicho, recordó que Dios ahí estaba. Él decía cuando antes de que se convirtiera al Señor, él decía: bueno yo veo la necesidad de realmente convertirme o ser cristiano para no irme al infierno, pero realmente no soy capaz de hacerlo porque amo tanto al pecado que no tengo ahorita la capacidad para dejarlo.

Entonces este hombre, un hombre tan perverso se convierte al Señor. Y él escribe este himno, lo hemos cantado “Sublime gracia”, dice que era un hombre pecador, un hombre vil, no era nada no era nadie. Y este hombre se convirtió al Señor y empezó a buscar a Dios. Él empezó a trabajar para que toda ala esclavitud se cayera. Él no lo pudo lograr, él muere en el año 1803, pero vino un hombre que se llamó William Wilbelforce. Este hombre era un político inglés y él empezó a luchar a favor de que la esclavitud se abrogara. Lo que logró en el año 1833, 30 años después de que murió John Newton.
 
Y antes de que muriera este hombre, él dijo: mi memoria está a punto de agotarse, pero hay dos evidencias que recuerdo muy bien: Que soy un gran pecador, y que Cristo es un gran Salvador. Esto es lo que Dios hace en el corazón de las personas, y en el yuyo y en el mío. Pero tú y yo no tenemos que olvidar mi hermano de dónde nos saca Dios.

Quiero leerte algo que escribe o que dijo un hermano que se llama Paul Washer. Y quiero leértelo porque me gustaría citarlo tal y cual él lo dijo. Dice: no se trata de cuán útiles podamos llegar a ser o de cuán exitosos parecen ser nuestros ministerios. Es acerca de ser moldeados a la imagen de Cristo. Absolutamente todo en nuestras vidas es dirigido a moldearnos. Dios no es servido por manos humanas como si él necesitara algo de nosotros. Él nos otorga el privilegio de participar en la gran obra que él está haciendo.
 
Pero el gran objetivo de Dios no es hacernos siervos exitosos, el gran objetivo de Dios es conformarnos a la imagen de Jesucristo. Fue cuando me di cuenta de que no necesito moverme un centímetro a la izquierda o a la derecha para ser amado por Dios. Que no necesitaba ser exitoso a los ojos del mundo o poderoso, o elocuente, o inteligente o cualquier otra cosa, que simplemente era amado.
 
Somos tan impuros, tan injustos y tan ignorantes sobre las cosas de Dios que me avergüenzo. Tu alegría, todo sobre ti, tu comodidad, tus alegrías, tu paz viene de tu desempeño y de lo que puedes hacer por Dios. Yo digo: mi consuelo, mi alegría, mi paz vienen de lo que Dios hizo por mí en la obra terminada de Cristo. Dios no permitirá que tu fuente sea cualquier cosa fuera de él o de su gracia.
 
¿Sabes qué hace Dios durante gran parte de la vida de los creyentes después de que son salvos? Tenemos un periodo de tiempo que algunos llaman “Luna de Miel”, en el cual Dios nos protege y se hace presente. Pero Él empieza a alejarse poco a poco para que empieces a ver que no puedes hacer nada y que todo depende de Él. Cuando una persona se levanta en el ministerio si son hombres de Dios se encontraran con años y años de fracasos, hay excepciones.
 
Pero a la mayoría de nosotros Dios permite que pasemos por muchos fracasos en nuestras vidas de oración. Fracasos en nuestra habilidad de leer la Palabra de Dios y entenderla. Fracasos en nuestras predicas. Fracasos en todas las áreas para que al final podamos llegara un punto en donde digamos: a quién tengo yo en los cielos sino a ti, y fuera de ti nada deseo en la tierra. Y entonces Dios empieza a trabajar en nuestras vidas y en nuestros corazones.
 
No quiero que obtengas alegría en tu desempeño sino en la obra concluida de Cristo. Quiero que tengas todo únicamente en esto, una cosa, y de esa única persona y así tu alegría, tu consuelo, tu paz serán tan sólidos como una roca que no se alterará. Trabajamos pensando de alguna forma que Dios creerá que yo soy especial. Sé que soy profundamente, eternamente y perfectamente amado. Ahora, si Dios quiere que vaya a hacer alguna cosa, iré a hacer alguna cosa porque Él me ama tanto, pero no necesito ser grande ni listo, ni elocuente, ni un ministerio tremendo, ni necesito ser famoso. Dios me ama y eso es suficiente. 

¿Cuál es el mayor acto de fe, resucitar muertos? El mayor acto de fe dice él, mirar al espejo de la Palabra de Dios y ver todas mis fallas, todos mis pecados, todas mis deficiencias y creer que Dios me ama, exactamente como ÉL dice que me ama. ¿Quiénes somos tú y yo mi hermano?  Dios nos da la gracia, y dice Él: te baste mi gracia, mi poder se está perfeccionando en la debilidad, mi poder se está perfeccionando en tu corazón.

Cuando yo escuché esto, sabes a mí, yo dije: Dios no tengo que moverme entonces ni a derecha. Ni esforzarme a decir no tengo que ir a predicar, o tengo que irme de misionero Dios, o quiero hacer algo para sentirme amado por ti. Y te das cuenta y dices, y soy perfectamente amado por Él. O sea tú eres amado por Él, no tenías que hacer nada porque Dios nos tomó en medio de nuestros pecados, de nuestras suciedades, de nuestras inmundicias, viles y menospreciados nos tomó Él.

Viles, sucios ahí llenos de porquería todos, Él viene y nos amó. Dice: no me amaste tú primero mí, yo te amé primero a ti. No tengo que hacer nada para ser amado. Pero dice algo: Si Dios me dice pues voy a ir, si me pide que haga algo, lo voy a hacer, porque soy tan amado por ÉL. Dice la Biblia que hubo dos personas, dos deudores y que vinieron y le dijeron: perdónanos; que uno le debía 50 creo y el otro le debía 500. Y los dos le dijeron: no tenemos cómo pagarte, y él dice que les perdonó la deuda a los dos. Y Jesús preguntó y les dijo: ¿quién creen que ame más a perdonador de la deuda? Y ellos le dijeron: pues al que se le perdonó más.
 
No nos debemos olvidar de dónde somos, de dónde nos saca Dios. Su gracia nos sostiene y Dios viene y dice, mira te voy a meter, voy a mandarte a alguien para que esté ahí trabando en tu corazón. Voy a trabajar en ti, y voy a permitir que pasen cosas en tu vida que te duelan, voy a permitir que vengan situaciones que te pongan ahí límite al extremo, pero ahí estoy, pero lo hago porque te amo. Lo hago porque quiero cambiarte, lo hago porque no quiero que olvides quién eres y quién soy yo.

Entonces ahí está Él, sabes cuán importante es alabar a Dios, cuán importante es que tú y yo vengamos y levantemos nuestras manos y decimos: Señor tú e res el Rey. No soy yo, yo no soy nadie. Y cuando venimos en un acto de obediencia y levantamos nuestras manos y decimos: Dios estamos rindiéndonos ante Él. No soy yo Señor, eres tú. Tuya es la gloria, tuya es la honra, y estamos alabando. ¿Sabes? Eso nos conecta con el corazón del Padre.
 
Y entonces cuando nosotros podamos venir y vaciar nuestro corazón y decimos: No soy yo Dios. Hoy me has bendecido tanto en mi trabajo Padre. Haz bendecido a mi familia, haz bendecido mi corazón, me has permitido hablar tu Palabra, me has permitido compartir Señor, pero no se trata de mí. Entonces venimos cada ocho días y estamos juntos y empezamos a adorar. ¿Y sabes? es un momento en el cual este lugar se llena de la presencia de Dios, y empezamos ahí en nuestro lugar a reconocer: Señor yo no soy nada ni nadie. Señor gracias porque veo tu gloria y tu bondad.
 
Isaías 51:1 Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. ¿Tú buscas a Dios? Entonces oye.  Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados. 
 
Mira de dónde te sacó Dios, que no se te olvide. Versículo 2 Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije y lo multipliqué. 

Cuando no éramos nada y cuando no éramos nadie, Dios viene y nos levanta, leíamos en el Salmo 8:4-5 ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre,  para que lo visites? 5Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.
 
¿Qué somos nosotros mi hermano para que Dios se fije en nosotros, qué somos? Y el apóstol Pablo dice: no soy nada. No soy nadie, nada soy dice Pablo, nada soy. Pero se nos olvida y empezamos a buscar y a decir: no esto lo logré por mí, este fue mi esfuerzo, yo me lo propuse y yo lo logré. ¡No fuiste tú, fue su gracia, fue su amor, fue su bondad!  Si el día de hoy estás aquí mi hermano, mira dice: Mira bien, cuando no éramos nada, dice hablando de Abraham, era nada más Abraham y su esposa Sara.

Tú te puedes imaginar en esta época de la historia, cuando no había ni internet, ni transporte ni nada, no había ni comunicaciones, no había absolutamente nada de toda la tecnología que tú y yo tenemos. Viene Dios y de repente le habla a este hombre que se llamaba Abraham Viene y le dice: Sal de tu tierra y de tu parentela, a la tierra que te voy a mostrar. Y yo te voy a bendecir y voy a engrandecer tu nombre. Y en ti van a ser benditas todas las familias de la tierra, y a los que te maldigan, maldeciré. Y a los que te bendigan, bendeciré. Y viene Dios y lo toma cuando no era nada y  no nadie, eran dos: Abraham y Sara.
 
Y Sara era estéril, y no tenían hijos y no tenían la oportunidad de tener hijos. Pero Dios se fija en ellos, y les dice: vengan, yo los voy a tomar, yo voy a hacer algo en sus vidas. Y el día de hoy mi hermano cuando tú y yo vemos esta nación de Israel, que es una nación tan próspera, tan bendecida que cuando eran dos, Dios les dice: yo los voy a hacer como la arena del mar, como las estrellas. Y Dios lo cumplió.
 
Y Dios viene y te dice: mira tú no olvides de la piedra de donde fuiste cortado. Yo te preguntaría mi hermano, ¿Qué necesitas el día de hoy? Quiero lo pienses por un momento, qué necesitas que tú digas bueno yo necesitaría que esté aquí una chica, Silvia Navarro que esté aquí que se case conmigo, o Salma Hayek por lo menos. ¿Sabes? necesito un trabajo donde me paguen tanto, donde entre a las nueve y salga a las tres de la tarde, que me paguen como jefe y que no haga nada.
 
O a lo mejor, hoy necesito pues una casa más o menos por ahí por las Lomas de Chapultepec, donde tenga a Jaime y tenga gente que me atienda o tenga esto. Piensa tú, yo te dije eso no es lo que necesito solo te lo dije para que lo pensarás. Qué necesitas el día de hoy, que tú digas, te he pedido tanto por esto Señor, lo necesito tanto Señor. Qué necesitas mi hermano, piensa por un momento mi hermano qué necesitas en este momento para que digas ya, teniendo esto estoy completo, ya no voy a necesitar nada.
 
¿Qué necesitas? Sanidad, que Dios sane tu corazón, que Dios te libere de esos vicios que no has podio dejar. Que Dios quebrante tu corazón duro porque has estado tan duro que ya no escuchas la voz de Dios, Que venga Dios y que sacuda tu seguridad en tu casa para que voltees tus ojos a Él. ¿Qué necesitas? Necesitas que Dios haga un gran milagro en tu vida. Pero ya lo hizo, ya lo hizo. Ya hizo un sacrificio, Jesús ya vino e hizo lo imposible, lo que tú y yo nunca, nunca, toda esta humanidad nunca iba a poder hacer; ya puso su vida en expiación.
 
Y Dios dice en Isaías 53, lo voy a quebrantar y voy a poner, voy a cargar todas las enfermedades en él, voy a cargar todos los pecados en él. Ya lo hizo, ¿qué necesitas? ¿Necesitas hacer un esfuerzo para alcanzar a Dios? No. Lo voy a decir con respeto, ¿necesitas irte de rodillas a la Villa para que Dios te voltee a ver? No. ¿Qué necesitas mi hermano? ¿Necesitas ver más milagros para que sepas que Dios está contigo? ¿Necesitas ver grandes señales y prodigios?

¿Sabes? Yo vi hace unos días algo que me indigno, me molestó mucho. Estaba yo en el internet y vi algo que me llamó la atención, algo que decía: Vea cómo convierten el agua en vino. Era una iglesia muy grande, ahí estaba un cuate y empezó a decir, sacó un vaso y empezó a decir, van a ver como vamos a convertir esta agua en vino. Entonces agarró a uno de los congregantes y le dijo: ¿tienes fe y crees que Dios lo pueda hacer? Y él dijo: sí tengo fe.
 
Y agarró y empezaron a orar según, un dos tres casi, casi, y no pasó nada. Y le dijo esta persona: es que no tuviste fe, tu falta de fe hizo que no se convirtiera esta agua en vino. Y Sabes? a la ves que estaban ahí, había una persona quien hizo el video, que decía que encontró una sustancia con la que al verter agua sobre esta sustancia tú veías no que se convertía en vino sino que solamente cambiaba de color el líquido. Entonces cuando lo hacían, ya cuando yo vi este cuate tenía un vaso, pero tenía abajo algo líquido, y pasó a otro y le preguntó lo mismo ¿tienes suficiente fe? Sí. Y agarró el agua, y ¿sabes? Cuando se la echó pues parecía que se convertía en vino ¿no? Y toda la iglesia ¡Ah! Vino, y todos estaban así.
 
Y yo te voy a decir algo, la Biblia dice que estas señales seguirán  los que creen en su nombre, dice sobre los enfermos impondrán sus manos y sanaran. Echarán fuera demonios; y habla de señales, pero yo no he visto una parte en la Biblia donde diga: estas señales te seguirán, vas a convertir el agua en vino. Jesús lo hizo, sí, pero no dice que nosotros íbamos a hacerlo. Y cuando tú ves esto, dices: cómo se engaña la gente, por eso yo le doy gracia a Dios, no sabes cuántas gracias yo le he dado al Señor, porque desde que me trajo a este lugar, ¿sabes? A nosotros nos dan una doctrina en la cual Dios nos ha dado fundamentos, nos ha dado una doctrina sana.
 
Y nuestro pastor sigue insistiendo: ven a los cursos, ven a los cursos. Y ya gracias a Dios ya hay muchos que se están poniendo las pilas y están viniendo a los cursos, y Dios dice: tienes que conocer mi Palabra. Hoy lo dijo en la profecía, tienes que conocer mi Palabra para que venga la gracia. Cómo vas a conocer lo que tengo para ti si o lo buscas. Dios quiere darte su Palabra, revelaciones, bendecirte, traerte a tu corazón esa sanidad que necesitas, pero cómo lo vamos a tomar si agarramos y ya termina el servicio, me voy a mi casa, llego a casa, dejo la Biblia, ahí se queda y voy y prendo la tele.
 
Y llega el lunes, el martes, el miércoles, el jueves, el viernes, sábado, domingo; y oye, ¿dónde está mi Biblia? Mi amor pues dónde la dejaste. No sé. Ya empiezas a buscarla, le pegas a tus hijos porque no está, ya después la encuentras toda polveada, le echas airecito para que s desempolve, llegas a la iglesia, saludas a los hermanos, pero no conoces lo que dice la Biblia, lo que dice Dios para ti. Toda la semana igual Dios te quiso hablar, y te quiso bendecir, y te quiso decir mira tengo cosas buenas par ti, y te quiero dar algo de manera individual.
 
Esto que nos dan los domingos vamos a decirlo así, es colectivo, porque Dios te lo da a ti. Pero ¿sabes? En la semana Dios te quiere hablar, en la semana Dios te quiere bendecir, en la semana es cuando estás afligido, cuando estás triste, cuando no sabes qué hacer. Viene Dios y te dice: Aquí está mi consejo, aquí está mi Palabra. Pero somos comodinos, somos cómodos, casi, casi somos como los bebés ¿no? Que agarran el Gerber todo ya batido para que ya nada más el bebé se lo pasa porque no tiene dientes. No le pueden dar carne ni nada porque no tiene dientes.
 
Y a veces así somos, queremos que nos den la comida ya digerida. No a mí denme nada más lo digerido; cuando Dios te quiere dar otro tipo de alimento. Te voy a preguntar, tú qué harías si te invitan a un banquete, y llegas al banquete y ahí estás. Y te ponen toda clase de manjares ahí, ahí está todo tan sabroso, todo, todo lo que puedas ver.  Y ahí está y de repente ahí afuera del salón está ahí unos tacos ¿no? Y entonces tú llegas con hambre y te dicen, pero tienen que esperar un momento porque todavía no sirven ¿no? Y tú dices: mientras me voy a echar unos tacos ¿No? Y ya te echas unos tacos, y cuando entras de nuevo al salón, todo lo que se veía tan delicioso, como estás tan lleno entonces, dices: Ya no quiero.
 
¿Y sabes? A veces así somos con la Biblia. Dios nos dio un manjar, algo tan delicioso, pero no lo tomamos, no queremos tomar su gracia, queremos ser autosuficientes. Queremos depender de nosotros mismos, no queremos rendirnos totalmente a Dios y decirle: pues toma mi vida, toma mi corazón, toma todo lo que soy Señor, llévame a donde quieras, muéveme como quieras, úsame como quieras Señor, aquí está mi vida. Me voy a preparar Señor, voy a ir a los cursos porque me quiero preparar, quiero estar listo para el momento en que tú digas que yo vaya, que diga, que haga. Tú me use Dios.
 
Eso no lo queremos hacer, preferimos ser comodinos, o cómodos. Entonces mi hermano dice su palabra que te baste mi gracia. Quiero leerte algo que está aquí mismo en Isaías 51, dice Dios: Yo te voy a consolar de todas tus soledades. Voy a cambiar tu desierto en paraíso. Voy a cambiar tu soledad en huerto de Jehová. Y se va a hallar en ti alegría y gozo, alabanza y voces de canto. Vas a aprender a esperar en mí. Mi brazo te va a sostener. No temas afrenta de hombre, ni desmayes por sus ultrajes. Mi justicia va a permanecer perpetuamente, y mi salvación por los siglos de los siglos.
 
Tendrás gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán. Ya no vas a tener dolor, dice Dios, yo soy tu consolador, ¿quién eres tú para que tengas temor del hombre que es mortal, y del hijo del hombre que es como heno? Y ya te olvidaste de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra, y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir.
 
¿Pero en dónde está el furor del que aflige? El preso agobiado va a ser liberado pronto, no morirás en la mazmorra ni te faltará pan, dice Dios Yo Soy Dios. Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí. Extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra y diciendo: pueblo mío eres tú. He aquí dice Dios, yo te voy a bendecir, ¿por qué temes? No temas dice Dios. Voy a cambiar tu desierto, tu soledad la voy a quitar y solo vas a encontrar alabanza y gratitud en tu corazón.
 
Y vas a venir delante de mí y vas a reconocer quién eres tú y quién soy yo en ti, y te voy a bendecir y te voy a levantar, y voy a hacer mi obra en ti porque mi gracia te va a sostener. Porque mi poder te va a levantar. Porque mi amor se está manifestando en tu corazón, y se va a seguir manifestando día con día sobre tu ser. Porque te amo profundamente. ¿Quién eres tú para que temas? ¿No estoy yo contigo?
 
Dios te queremos bendecir y queremos darte gracias por tu gran amor. Señor queremos encontrar en ti plenitud. Queremos que tu gracia nos baste Padre, que tu gracia sea suficiente para nosotros, no queremos estar afanados buscando algo Señor, disque esperando una persona que llegue a nuestra vida, o esperando un mejor trabajo, o esperando comprar algo para sentirnos mejor Señor. No queremos estar afanados buscando, buscando lo que podemos encontrar en ti, porque dice tu Palabra: en ti tenemos plenitud amado Dios. En ti podemos alcanzar todo lo que en esta vida anhelamos.
 
Porque a quién tenemos en los cielos sino a ti. Dios, y fuera de ti nada deseamos en la tierra Padre. Da tu gracia Señor hoy a tu pueblo, que sea derramada tu gracia sobre tu Iglesia. Si tú necesitas gracia mi hermano, dile al Señor: Te anhelamos Señor, necesitamos de tu gracia, de tu bondad, queremos reconocer también Señor que muchas veces por nuestro orgullo, o por nuestra soberbia te hemos hecho a un lado. Y a veces tampoco oramos y cuando no oramos es porque pensamos que no te necesitamos, aunque a veces sea porque estamos a las carreras, a las prisas, porque no buscamos espacios y tiempos para estar contigo Padre.
 
Pero te pedimos perdón porque no oramos, te pedimos perdón amado Dios porque tampoco muchas veces leeos tu Palabra. Porque pensamos que por nuestra experiencia o porque somos muy sabios, o porque tenemos una carrera, una profesión no necesitamos tu consejo Dios. Perdónanos Padre, necesitamos tu gracia para poder habitar delante de ti, para vivir delante de ti amado Padre. Yo te pido que tú hoy derrames tu gracia sobre tu pueblo, que derrames de tu bondad y de ese gran amor que cada día tienes por nosotros.
 
Que hoy abraces a cada uno de nosotros, para que sepamos que somos profunda y eternamente amados Señor, perfectamente amados por ti Señor. Que no nos tenemos que mover un centímetro para sr amados Señor. Por favor derrama hoy tu gracia y tu amor en el corazón de cada uno de tus siervos. Que hoy venga esa plenitud sobre la vida de cada uno de nosotros y que tú sigas haciendo tu obra en tu Iglesia y en tu pueblo.
 
Te bendecimos y te damos gracias por que hemos hallado gracia delante de ti Señor, porque cuando no éramos nada, cuando éramos viles y menospreciados, cuando estábamos perdidos fuimos hallados por ti Jesús. Porque derramaste tu sangre por nosotros y manifestaste tu gloria en nuestra vida. Te amamos Dios y te damos toda la gloria y la honra, en el nombre de Jesús gracias Padre por tanto amor y tanta bondad. Y gracias por tu misericordia Padre, que sea suficiente tu gracia en nuestra vida en el nombre de Jesús, amén.

Dios les bendiga